Utilitas, Firmitas, Venustas

Utilitas, Firmitas, Venustas es el lema del Premio Pritzker de Arquitectura, fue tomado de los principios que Vitruvii proclama en su obra "De Architettura Libri Decem", si los traducimos del latín significan, Utilidad, Firmeza, Belleza, las tres condiciones para hacer arquitectura, los tres principios inamovibles de ese arte, los tres fundamentos de tan bella profesión.

Hace dos días mientras transitaba por la Av. de La Marina, rumbo a mi casa en Miraflores, subiendo por el cruce con la Av. Brasil algo llamó mi atención, mejor dicho, esta vez me impactó mucho, el edificio del Hospital Militar, observé la pureza de sus líneas, la simple elegancia de sus fachadas, y más allá, a unos dos minutos de distancia otra hermosa obra , la Residencial San Felipe, una magistral muestra de arquitectura moderna, muy a lo Le Corbusier, se alza cual hito de belleza en aquella zona y de ahí el Hotel Country Club, símbolo de la elegancia Limeña de mediados del siglo XX, punto de referencia en el aún tradicional San Isidro.

Tres obras de diferente uso, institucional, residencial y recreacional, cuyos puntos comunes son los principios Vitruvianos, tres obras que ilustran diferentes momentos en la vida de nuestra capital, símbolos de seguridad, modernismo y elegancia de aquella añorada Lima de nuestros padres.

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La otra cara de la moneda es totalmente opuesta a los principios Vitruvianos, las dos primeras muestras son un par de moles totalmente grotescas y obscenas, una es un hotel al lado del puente, frente al lado N del Hospital Militar y la otra es un salón multiusos, que constantemente funciona como lugar para velatorios y se ubica frente al lado E del referido hospital, otras dos muestras son un edificio de viviendas frente al lado E de la Residencial San Felipe que se alza en una esquina al lado de residencias de los años 60s y 70s, totalmente desproporcionado y violento, la otra es el mal concepto de iluminación que le han dado al Hotel Meliá, las actuales luces en vez de resaltar los volúmenes geométricos de la fachada opacan la misma dándole un aspecto de cubo negro y enorme.

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Actualmente debido a la explosión inmobiliaria se están construyendo edificios a diestra y siniestra, basta con transitar por la otrora elegante Av. San Felipe para ser testigo de la expansión vertical de nuestra ciudad, no obstante, pienso, que estamos perdiendo patrimonio arquitectónico, en esa avenida existían algunas de las más bellas mansiones de estilo neo-clásico (llamado repúblicano por nosotros), romántico y moderno, las que permanecen han sido sometidas por las inmensas sombras que proyectan los enormes edificios alzados por ahí, otro ejemplo de decadencia es la perspectiva de la Av. Brasil, igualmente se han alzado construcciones demasiado altas al lado de casas de dos pisos y ahora lo que era un boulevard simétrico y proporcionado se ha convertido en una especie de lectura de sismógrafo.

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¿Es que a nadie le importa?, la respuesta es obvia, no, pero existen dos excepciones, San Isidro y algunas zonas de Miraflores y tal vez La Punta, en donde las construcciones altas en zonas residenciales están prohibidas, grandes ejemplos de orden y cariño por la ciudad, mientras tanto en el resto de Lima todo es informal, y esto sucede por no tener un plan urbano, a ver, comparemos Lima con Buenos Aires, con Rio de Janeiro con el mismo Santiago, en todos los casos salimos desfavorecidos, estas tres ciudades han seguido o siguen un plan urbano pre-establecido y ya vemos los resultados, la puesta en valor de las ciudades, digno ejemplo es Puerto Madero en Buenos Aires, estuve allá el año pasado y lo que antes era un vetusto y peligroso muelle ahora se ha convertido en un barrio elegante y bohemio a la vez, los porteños han colocado un puente diseñado por el mismo Arq. Santiago Calatrava y el Arq. César Pelli (el creador de las Torres Petronas) ha levantado un inmueble ahí, hasta el río lo han "lavado" otrora marrón oscuro ahora luce un color verde oliva.

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Cada vez hay menos lugares de esparcimiento, es decir, parques, jardines, plazuelas, áreas libres, y ni que hablar de la Costa Verde, inundada por construcciones que bloquean la vista al mar, culmino este artículo citando al desenfadado Jaime Bayly "San Isidro es un paraiso, deberían cercarlo e impedir el ingreso de los que no residen ahí".